martes, 19 de abril de 2011

LOS LOBOS SUBREVIVEN A LA EMBOSCADA

   El pasado Domingo, día 17 de Abril, celebramos nuestro primer torneo de "Patrullas" de Warhammer 40k. Miguel se erigió vencedor intachable al contar todos sus enfrentamientos por victorias. En sólo una de ellas no consiguió la máxima puntuación, por lo que podemos asegurar que su actuación fue casi perfecta. 
   Álex llevaba el mismo camino, pero el destino quiso emparejarlos en la última de las 5 partidas donde sufrió una aplastante derrota. La única en el torneo.
   Juan jugó un gran torneo. Serio y concentrado contaba sus partidas por victorias excepto la que le tocó contra los "Puños Espaciales" de Álex. El empate contra su archi-conocido rival, Dani Molina no le evitó su tercer puesto. Un podio con gusto amargo para cualquier general.
   Pollo se lo pasó en grande. Podríamos asegurar que fue el participante que más disfrutó. Comandaba una tropa que no era la suya pero dirigía a sus hombres con criterio. Aunque novel en el mando consiguió evitar las últimas posiciones de la tabla. Excepto el vencedor, nadie consiguió más puntos de victoria que el. Por lo que podemos asegurar que sus marines no conocen ni la retirada ni la misericordia. A parte ganó el premio de pintura.
   Eric se estrenaba en campeonato con un ejército difícil de llevar en partidas pequeñas. Los rebeldes Orkos son totalmente imprevisibles en grupos reducidos. Empató a puntos con pollo a victorias pero el average de bajas le fue desfavorable.
   Molina no pudo participar con el ejército que pretendía. Tal vez eso, tal vez la rivalidad sembrada entre los participantes por ganarle, tal vez la mala fortuna en los emparejamientos contra los rivales más fuertes del campeonato le dejaron sin medalla.
   Adri Calendar comandaba a las fervientes "Hermanas de Batalla". Una elección arriesgada para medirse por primera vez en torneo oficial. Un ejército de difícil de manejar tal y como pudo comprobar ante expertos rivales. Al final se libró de la cuchara de madera en la última batalla.
   Rambo Pérez se la llevó. Comprobó la dureza de nuestros torneos. No se da tregua a ningún rival, ni siquiera a ningún principiante. Aun así se llevó el premio por el jugador más deportivo.

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